Todos los días hago uso frecuente de la red eléctrica y sin embargo jamás se me ha pasado por la mente montar una planta generadora para abastecer mi apartamento. Supongo usted tampoco se lo ha planteado: la inversión inicial sería extraordinaria, durante meses o años no tendría electricidad disponible, el costo de generación y mantenimiento sería exorbitante para su consumo individual, y probablemente tampoco es especialista en la materia. No sé usted, pero yo seguramente acabaría electrocutado. Ambos optamos por la solución más práctica y eficiente de ser un inquilino más de la red eléctrica y pagar una tasa por nuestro consumo efectivo.
Cuando en Bankingly hablamos de dar acceso a canales digitales de clase mundial a TODAS las instituciones financieras estamos hablando de lo mismo: de cerrar la brecha tecnológica permitiendo a toda y cualquier institución financiera poner a disposición de sus clientes lo último en soluciones digitales omnicanal.
Hay un único problema que se interpone al imperativo estratégico de brindar estas soluciones:
- Los costos de licencia son significativos.
- La infraestructura de TI que debe ser montada y gestionada también lo es.
- Los tiempos de implementación son hoy más largos que los ciclos de innovación por lo que, o bien cambia el alcance continuamente, o se completan implementaciones ya obsoletas.
- A su vez, la demanda actual es incierta y por lo tanto el retorno a la inversión también. En esos escenarios uno no compra, sino que alquila.
- Esta incertidumbre lleva a que se reparta el esfuerzo entre varios proyectos de menor alcance: web, web empresa, mobile web, mobile app informativa, mobile app de consultas, mobile app transaccional… Por lo general se hacen por separado, con distintos proveedores, lo cual luego crea inconsistencias, experiencias de usuario disímiles y enormes dificultades para administrar y actualizar contenidos o reglas del negocio.
No estoy errando cuando menciono un único problema y listo varios, porque el problema es uno solo: encarar las nuevas tecnologías apelando al modelo tradicional basado en infraestructura local.
Software as a Service (SaaS) es un nuevo modelo de implantación a través del cual múltiples instituciones acceden a una infraestructura tecnológica común, pagando de acuerdo a su consumo individual efectivo. Se elimina así el costo de licenciamiento, el montaje de infraestructura local, así como los costos de personal y mantenimiento asociado. Se transfiere al prestador de servicios el soporte 24/7, la gestión, disponibilidad y escalabilidad del servicio, las actualizaciones, desarrollo y mejora continua del producto.
El prestador asume los riesgos de adaptarse a cambios tecnológicos, pero también el riesgo de adopción. Ésta es una virtud a veces ignorada pero particularmente relevante: el prestador está totalmente alineado y su rentabilidad está directamente asociada al éxito del proyecto.
Dado que todo esto ya está montado, el tiempo de implementación se reduce drásticamente. En el caso de Bankingly no se elimina por completo, ya que no es un modelo SaaS puro sino un híbrido. El modelo SaaS aplica a toda la infraestructura física y lógica necesaria para implementar nuestra solución integral de gestión de canales; es decir, el front-end, las interfaces a través de las cuales sus usuarios acceden e interactúan con el core de la institución.
Los contras que usualmente se invocan a favor de las soluciones internas, son el control y la seguridad de la información. Son un punto relevante, independientemente de que la inversión en seguridad y know-how conjunto de Bankingly y Microsoft es significativamente mayor al de la mayoría de las instituciones financieras. Sin embargo, el modelo híbrido le permite tener lo mejor de ambos mundos: los datos residen en el core, no en la nube, y la institución tiene control total y absoluto del servidor que gestiona la comunicación entre ambos.
Se definen así dos roles claros para ambas partes. Por un lado, Bankingly como empresa de tecnología asume los desafíos y riesgos inherentes a la inversión y mejora continua para mantenerse a la vanguardia en la era digital. Mientras tanto, la institución financiera enfoca sus esfuerzos y recursos de TI en potenciar su core y agregar nuevos productos, servicios e integraciones con terceros, con la certeza de que pueden ser dados de alta en todos sus canales de forma rápida, sencilla y sin costos adicionales.
On-Premise | SaaS | |
---|---|---|
Inversión | Alta inversion inicial | Cobro por uso |
Infraestructura | Costos de hardware | Sin costos de hardware |
Implementación | Lenta | Inmediata |
Uso de recursos de TI internos | Intensivo y dependiente | Monitoreo |
Actualizaciones | Caras e infrecuentes | Continuas e incluidas |
Mejoras | Caras y demoradas | Frecuentes y controladas |
Personalización | Onerosos ajustes a medida | Flexible y configurable |
Seguridad | Requiere recursos e inversion en software propios | Experta supervisión de la seguridad de redes y servidores |
Control de la información | Control total del acceso a su información | En SaaS puro las bases de datos se alojan en Data Centers que cumplen con normas internacionales |
Características de ambos modelos de implementación. Se destaca en color la combinación híbrida que adopta Bankingly.